lunes, 17 de octubre de 2016

La Triste.


La casa está que arde
yo pensaba que había una pelea
pero el calor llegó
hasta pronto de mi cerca
Era un incendio
La casa de La Triste
se había prendido
y chispeaban tules negros por el aire
Los perros espantados
traían en sus bocas
las puertas de las jaulas y sus trinos
Distante/ La Triste
colapsaba sus pasos toda negra
obscura
igual que el siempre de su antes
Pero se traía muerta
como los muertos

que aún no saben que han partido

Tratando la locura.

  ( A Jacobo Fijman imaginándolo aún vivo)                                                                                                   (2016)                                          
                                                                                                                   
Sentados debajo de una nube amenazante
dibujábamos fantasmas
en la niebla de la tarde
yo que parecía ser el cuerdo
te reía como un loco que eras
y tu de memoria
te inventabas mi cordura
Los dos poetas del Borda
al borde del lenguaje y los abismos
De pronto se desató la lluvia
como para escupir o bendecirnos
nos dolían las espaldas frías
pero seguimos ahí esculpiendo nuestros versos
asidos por las almas

con las manos arrojadas a los pájaros